¿Leyenda urbana o realidad? Por las dudas, no dejes de leerlo»¦
Lo que voy a contar es algo que me han contado, una de esas historias que alguien asegura que alguien le ha contado que le ha pasado a alguien. Y no lo contaré solamente porque es una historia interesante, o por lo menos extraña, sino también porque de ser verdad ¡más vale estar enterados!
Trabajo en el mundo inmobiliario y por lo tanto estoy acostumbrada a escuchar historias curiosas (patéticas también, porque somos un mundo «particular» para decir lo menos) pero como esta historia, nunca en mi vida había escuchado algo similar.
Tengo una amiga que vive en Almería y lo que voy a relatar le ha sucedido (supuestamente) a la prima de su mejor amiga. La historia es la siguiente, para que os ubiquéis:
La prima de la mejor amiga (que para facilitar el relato llamaremos «Susana») está casada, tiene 1 hijo de 3 años y ha tenido mellizos hace unos meses, por lo que deciden con su esposo comprar un piso más grande. Bueno, deciden, se ven un poco forzados porque los 45m2 para una familia repentina de 5 miembros, como que no era muy cómodo. No están pasando por un buen momento económico (¡increíble!). Susana en paro y el esposo casi-mileurista, pero deciden ir mirando igualmente para ver lo qué hay en el mercado, qué pueden permitirse comprar (opciones bastantes limitadas) y que no (aquí ya las opciones son más numerosas).
Un buen día quedan con una agencia inmobiliaria para ver un piso. Un piso perfecto para ellos pero con un precio perfecto casi para nadie. El esposo «que para qué vamos a ir», y Susana «que para verlo por lo menos, vamos cari por favor», así que fueron. El tío de la agencia que les enseña el piso es un señor de unos 50 años, muy amable («con cara de bueno» me aseguran que son las palabras exactas) y muy profesional. Les enseña el piso y les hace un montón de preguntas, que por qué os queréis mudar, que cuántos hijos tenéis, que de que trabajas tú, y tú, etc., etc. Curioso pero encantador el señor. Ah, me olvidaba, el tío dice llamarse «Jesús». Vale, el piso les encanta, pero está muy por encima de sus posibilidades.
Todo hubiese quedado allí si no fuera porque a las 2 semanas Susana recibe una llamada del banco preguntando que cuándo quedan para firmar. «¿Firmar? ¿firmar qué?» «“ dice Susana «“ «Pues para firmar la hipoteca del piso» «“ «¿Piso? ¿qué piso? ¿qué hipoteca?» «“ «Pues la hipoteca del piso que queréis comprar». Susana, de piedra.
Para hacer la historia corta: el banco ya había aprobado la hipoteca y tenía el dinero listo para prestarles, claro, no todo el dinero del precio del piso, sino lo que quedaba por pagar, porque el resto Susana y su esposo supuestamente lo pagarían en metálico»¦que YA ESTABA EN SU CUENTA BANCARIA LISTO PARA LA TRANSFERANCIA! (una suma gigante de dinero, la hipoteca les quedó en un chollo). Susana y su esposo no entienden nada, desconcertados, piensan que debe ser un error. Llaman a la inmobiliaria y piden hablar con el amable señor Jesús que les enseñó el piso hace 2 semanas. Y aquí viene lo más extraño (aún): en la inmobiliaria les dicen que allí no trabaja ninguna persona llamada Jesús, que ellos nunca les enseñaron ese piso porque la cita se había cancelado. Pero en el banco todo es correcto: Susana y su esposo tienen aprobada la hipoteca, tienen reservado la suma de dinero en metálico que necesitan para pagar el piso de sus sueños y sólo les queda firmar.
¿Qué fue lo que pasó? ¿Quién era este tal Jesús? ¿De dónde salió el dinero? Pues todos se lo preguntan y nadie lo sabe. Supuestamente según me cuenta mi amiga, todo se hizo a través de un bufete de abogados que no suelta prenda. ¿Leyenda urbana o realidad? Dicen que el de Susana no es el único caso, que Susana, conmovida y deseosa de encontrar a este hombre misterioso se puso a preguntar, investigar, mirar por internet y que se enteró que hay otros casos parecidos a lo largo y lo ancho de España. Dicen que le ha pasado a una viuda en Barcelona, a otra pareja joven en Extremadura, a un estudiante que se quería independizar»¦ supuestamente todos fueron bendecidos por este señor. Todos coinciden en la descripción del comercial de la inmobiliaria, a todos les pasó algo similar: vas a ver un piso, te lo muestra un vendedor que se hace llamar Jesús y que hace muchas preguntas. Increíblemente un tiempo después, el piso es tuyo como por arte de magia.
Algunos dicen que el tío es un millonario de orígenes humildes, un antiguo camarero que ganó el euromillón y que ahora se dedica «a hacer el bien». Otros dicen que el tío trabaja para un magnate del petróleo árabe que usa esto para hacer blanqueo de dinero y otros aseguran que se trata de un verdadero ángel, que lo del nombre «Jesús» no puede ser casualidad»¦
¿Leyenda urbana? ¿Realidad? Como siempre en estos casos, nos quedará la duda. Pero como ya dije antes»¦más vale estar avisados y si vas a ver un piso, abre bien los ojos y cruza los dedos para que el comercial que te toque se llame «Jesús»!
Y ya que estáis me devolvéis el favor de haberos avisado y buscáis vuestro piso en: http://www.homein.com/es/
Suerte!
esa casa tiene zombies ocultos!!! :O o peor un Gnomo asesino.. Xd
Yo me lo creo, llamadme ilusa si quereis pero yo prefiero pensar que aun pueden pasar cosas buenas en el mundo, ademsa no es la primera vez que lo escucho. En el medio de tanta crisis, inundaciones y desastres yo prefiero creer que es verdad!
Pues leyenda urbana sin ninguna duda, hoy nadie te regala nada y mucho menos un piso, salvo q sea ZP disfrazado
¡¡Pero sdi es una publicidad descarada!!
Como leyenda es patética…