Los Juegos Olímpicos han dado lugar en todas sus presentaciones, a algunos de los momentos más emotivos vividos en la historia del deporte a nivel mundial. Los momentos más importantes de los Juegos Olímpicos están llenos de historias de superación personal y de trabajo en equipo.
Los momentos más importantes de los Juegos Olímpicos
Jesse Owens gana en Berlín 1936 y recibe su medalla frente a los ojos de Hitler.
Nadie podrá poner en duda que este es el hecho más relevante en la historia de los Juegos Olímpicos, no sólo fue una cuestión de superación, tenacidad y excelencia deportiva, en esta ocasión se unió el deporte con las causas sociales, dando una bofetada silenciosa, si así puede decirse, a la política de expansión de Hitler.
En los Juegos Olímpicos de Berlín en el año de 1936 y los cuales habían sido ideados por Adolf Hitler para consolidar su política Nazi, Jesse Owens de ascendencia africana y raza negra, ganó cuatro medallas doradas, y allí, durante la premiación y mientras todos alzaban la mano saludando a Hitler, Jesse Owens mantuvo la mano sobre su frente y con el pecho en alto.
Adolf Hitler fue testigo de como Jesse Owens ganó medalla de oro en las modalidades de los 100 metros, los 200 metros (en los que bajó el récord olímpico casi medio segundo), el salto en largo y la carrera de relevos 4×100 con un récord olímpico que permanecería por 20 años.
La historia del triunfo en el salto largo es de telenovela, Owens había fallado los dos primeros intentos durante la ronde de clasificación y tras recibir un consejo de su adversario directo, el alemán, Luz Long, el cual le dijo que tratara de saltar desde atrás de la tabla para evitar quedar eliminado durante el siguiente salto, Owens dejó un rango inferior a 10 cm en un salto que logró hacerle avanzar a la final.
Hitler, quien había felicitado a todos los ganadores alemanes durante la primera jornada de los Juegos Olímpicos, no se presentó a ninguna de las premiaciones de Jesse Owens.
Nadia Comaneci y su rutina perfecta en Montreal 1976.
Nadia Comaneci nació en Onesti,Rumania, y con un gran talento para la gimnasia logró competir con tan sólo 14 años en Montreal en el año de 1976, en aquella ocasión media tan sólo 1.50 m. y obtuvo 3 medallas de oro, una de plata y una de bronce. No obstante el 18 de julio, Comaneci llevó a cabo su rutina de barras paralelas asimétricas y fue valorada con un 10.0 de parte del jurado.
Si, su rutina fue perfecta, de hecho fue tan excepcional la maniobra de aquella joven mujer que el marcador señaló un 1.00, puesto que no se encontraba diseñado para registrar dos números enteros. La locura del público ante la rutina de la joven fue tal, que le aplaudieron de pie y la atleta tuvo que salir a recibir la ovación.
Comaneci acumuló 30 rutinas que le valieron un 10.0 perfecto, estos juegos sin lugar a dudas la lanzaron a la fama mundial, convirtiéndose en un icono de la perfección y la estética. Puedes continuar leyendo la parte segunda: Los momentos mas importantes de los juegos olímpicos Parte Dos