Cena ‘gratis’ para 200 personas en un restaurante Vips
* Varios menores se levantaron para sustraer algunos objetos y emprender la fuga
* Aprovechando la confusión, los demás se marcharon sin pagar la cuenta
MADRID.- Un restaurante del distrito de Arganzuela fue objeto de un pillaje digno de película de Berlanga. En la madrugada del lunes, hacia la medianoche, 200 personas se marcharon sin pagar la cena en el Vips de la Ribera de Curtidores, 43, según fuentes policiales. Los hechos ocurrieron a 50 metros escasos de la comisaría del distrito, muy cerca de El Rastro, informa M2, el suplemento de Madrid de EL MUNDO.
Unas 200 personas, todas pertenecientes a un multitudinario clan gitano, estaban cenando en el Vips en la noche del domingo. Todos iban muy elegantes y bien vestidos, porque venían de la celebración del culto, según testigos del suceso. En el grupo había gente de todas las edades: hombres, niños, ancianos y mujeres.
En un momento de la noche, ya tarde, un grupo de menores, entre 12 y 15, se levantó de las mesas y se llevó varios objetos de las estanterías del Vips, que tiene una tienda entre el comedor y la salida donde venden objetos de decoración, libros, discos, películas… Algunos trabajadores y el vigilante del establecimiento salieron detrás de los jóvenes y alertaron a la Policía.
En ese momento se levantaron de las mesas muchos de los otros miembros del clan y comenzaron a discutir con los empleados del Vips. Los chavales se fugaron a la carrera del local, donde se montó un gran jaleo. Aprovechando la confusión, los más de 150 que quedaban en el comedor se levantaron y se marcharon sin pagar las facturas de sus cenas, según fuentes policiales.
Los primeros testimonios fueron un poco confusos porque se creía que había una pelea o una agresión, pero afortunadamente nadie salió herido en el revuelo. Los vigilantes no pudieron hacer nada ante la marabunta de gente que se marchaba sin pagar.
Después, muchos de los comensales se quedaron arremolinados en la entrada del local. Allí se fueron marchando poco a poco, pidiendo taxis o conduciendo sus propios vehículos, según testigos presenciales. En ningún momento se produjo agresión alguna; el asunto no pasó de las palabras y los gritos entre los miembros del clan y los empleados.
La policía, impotente
Varias patrullas de las comisarías de Centro, Arganzuela, los Zodíacos y el Grupo III de los Centauros se desplazaron hasta la Ribera de Curtidores, pero lo cierto es que no pudieron hacer mucho contra la turba que se agolpaba en la acera.
Los primeros en llegar fueron los de la comisaría de Centro, aunque estaban más lejos que los de Arganzuela. Pero de hecho, la labor de los policías fue más bien preventiva por si la situación se complicaba y surgían peleas o agresiones. Fuentes policiales indicaron que no fue necesario actuar contra nadie de los que no pagaron.
En un primer momento, los trabajadores del Vips se plantearon poner una denuncia por lo ocurrido, aunque al final no lo hicieron. Fuentes de la cadena de restaurantes dijeron el martes a este periódico que de momento habían decidido no presentar ninguna denuncia por este asunto.
Las mismas fuentes indicaron una versión algo distinta de lo sucedido. Confirmaron que esa noche habían acudido entre 150 y 200 personas a cenar allí y dijeron que se había producido una fuerte discusión entre ellos, por lo que los vigilantes llamaron a la Policía Nacional.
Sin embargo, la primera versión de la huida multitudinaria es la que consta en el parte policial. Fuentes de la Jefatura Superior de Policía confirmaron lo ocurrido. No se produjo ninguna detención y este hecho probablemente no tendrá mayores consecuencias para los que se ahorraron la cena, ya que por el momento no hay denuncias.
Dos jóvenes vecinas de la zona explicaron a M2 que es muy habitual que los domingos por la noche acudan grandes grupos de gitanos a este Vips, pues está muy cerca de El Rastro, donde viven muchos. Además, los domingos suelen ir a cenar juntos después del culto.
Fuentes de la cadena confirmaron esto, pero añadieron que nunca hasta la pasada madrugada habían causado problema alguno. En cualquier caso, la cena del último domingo les salió gratis.
La modalidad de irse sin abonar la cuenta de un bar o restaurante se llama hacer un ‘sinpa’ (es una contracción de ‘sin pagar’) en jerga. En muchas ocasiones se ha visto a alguien hacer un ‘sinpa’ e incluso más de uno lo habrá practicado ocasionalmente por hacer la gracia pero, desde luego, el ‘sinpa’ de la pasada noche marcará un antes y un después en la historia de la picaresca.
Via ElMundo.