La verdadera historia del premio Pulitzer que ganó Kevin Carter. Gracias a un comentario de un lector de este blog (gracias Deiv), me he enterado de la verdadera historia que está detrás de esta foto, ya que la niña que vemos estaba defecando y no agonizando. Ya que esa era una zona apartada de la aldea donde iban a hacer sus deposiciones los nativos de la aldea.
La foto en cuestión (seguro que os suena) es esta:
Esta es la verdadera historia:
La foto de Kevin Carter debería haber sembrado de silencio el mundo. Pasó todo lo contrario. Desató una tromba de chismorreos y palabrería que tras casi 15 años abrasa todavía foros de Internet e invade seminarios. Gañanes de la opinión, evangelizadores laicos, moralistas progres, bienpensantes reaccionarios, profetillas pichaflojas y hasta algún periodista de relumbrón reverdecen la teoría de que Carter se quitó la vida por el remordimiento de no haber salvado a la indefensa criatura de esa bestia.
Sí, 16 meses después de aquella foto, la noche del 27 de julio de 1994, su autor, el sudafricano Kevin Carter, que venía de recoger el Premio Pulitzer en la Columbia University, conectó una goma al tubo de escape de su coche, dejó una confusa nota y se suicidó. Tenía 33 años.
Desde que el New York Times publicó la foto (marzo de 1993), millones de personas sintieron un impacto en la barriga, un estremecimiento fugaz que muchos aún perciben como una especie de agresión a una parte íntima de su sensibilidad. Alguien iba a tener que pagar por ello. Hasta que, al fin, Carter, el agresor, pagó su culpa. Ya no tendría forma de defenderse. A partir de ahí, bastaba con repetirle al mundo la milonga hasta la náusea: «Claro, el dilema moral, la culpa, todo eso le condujo a la tumba, bla, bla…». Y siguen.
El fotógrafo Luis Davilla y yo estuvimos en ese lugar meses después que Carter, en julio. Luis retrató una escena parecida y los dos sabemos que no sucedió así. Quienes esparcen la patraña no saben de lo que hablan. O peor: mienten.
A mediados de marzo de 1993, Carter viajó con su colega Joao Silva, un mozambicano recriado en Sudáfrica, al sur de Sudán, un lugar acosado por las hambrunas y el terror de la guerra desde la llegada al poder de los radicales islámicos. Carter y Silva eran dos de los cuatro foteros conocidos en Johanesburgo como el Club del Bang-Bang, gente especializada en retratar la brutalidad durante el fin del apartheid en suburbios como Soweto o Thokoza. Pertenecían a esa clase de reporteros que no se amilanan ni cuando la muerte les mira de cerca o la sangre les salpica la lente. Así ayudaron a enterrar al régimen racista de Pretoria. Por entonces, Ken Oosterbroek, el líder del grupo, el más guapo y equilibrado, había sido dos veces Mejor Fotógrafo del Año. Y Greg Marinovich, el cuarto bang-bang, Pulitzer desde 1991 por una secuencia en la que un miembro del partido Inkhata era linchado, primero a cuchilladas y luego abrasado a fuego.
Cuando Carter y Silva llegaron a Ayod, entre infectos pantanales, a unos mil kilómetros del lugar civilizado más cercano, el poblado funcionaba como feed-center, un centro de alimentación de la ONU. Unas 15.000 personas exhaustas que huían de los combates, con grave desnutrición y enfermedades como la malaria, el kala azar (leishmaniasis) o el gusano de Guinea, se concentraban allí y aquello era un verdadero festival de ayuda humanitaria. Silva y Carter, cada uno por su lado, hicieron fotos toda la mañana de aquel espanto. Cuando se reencontraron, Carter le describió la escena y se sentó a llorar: esperó 20 minutos a que el buitre entrase en plano, hizo la foto, espantó al bicho (o no, qué más da) y se marchó.
OTRO PREDADOR
Durante el año siguiente, Carter se vio alanceado con dilemas y acusaciones obtusas, cuando no estúpidas, de quienes jamás han pisado un escenario semejante, incapaces de imaginarse una realidad tan atroz como la del sur de Sudán, pero que parecían hacerse cargo del vértigo terrible que expresaba su foto. Un insensato llegó a escribir: «El hombre que ha ajustado su lente para captar esa foto es otro predador, otro buitre en la escena». Y yo afirmo: difícil ser más imbécil.
Carter acudió a toda clase de foros para ofrecer su versión de lo sucedido, pero para entonces su vida era un completo desastre. Muchos años antes había intentado suicidarse, fumaba White Pipe, una mezcla de maria, mandrax y barbitúricos, tenía graves problemas familiares y una personalidad desordenada, perdía sus carretes de fotos en aviones y aeropuertos, arrastraba depresiones, llevaba una vida caótica y tenía acumuladas experiencias trágicas como para colapsar las consultas de varios psicoanalistas.
Por si fuera poco, el 18 de abril de 1994, Carter dejó a su amigo Oosterbroek y demás bang-bang de guardia en un suburbio de Johanesburgo y se marchó a conceder una entrevista a un colega, pues seis días antes le habían comunicado la concesión del Pulitzer por la foto de la niña y el buitre. En la radio del coche escuchó que Oosterbroek y Marinovich habían sido heridos en una refriega nada más irse él. Voló hacia el hospital, pero Oosterbroek había fallecido. Las preguntas estúpidas siguieron. Y los imbéciles, como carroñeros, haciendo de las suyas.
En fin, ¿qué otra cosa pudo haber hecho Carter por la niña? ¿Espantar al buitre? Al parecer, lo hizo, aunque los buitres (los hay a montones) habrían vuelto de todos modos. ¿Llevarla consigo? Bien, ¿adónde?, porque parece que nuestra conciencia acomplejada pretende imaginar que esa criatura yace en un páramo hacia ninguna parte. No es cierto. Esa criatura, reventada por el hambre y por las diarreas, que a los niños allí les desvencija el ano y les hace colgar una tripa larga pierna abajo, está a unos 20 metros de la puerta del poblado, junto a la empalizada de paja que rodea el feed-center y rodeada de gente que deambula a su alrededor. Nadie la ha llevado hasta allí. Simplemente, esa niña se ha sentado a defecar. Sí, maldita sea, es el estercolero de la tribu, donde todos los suyos, de generación en generación, acuden a realizar sus deposiciones. Son gente educada, al fin y al cabo, con sus normas cívicas, que no permiten que uno haga de vientre en cualquier lado. ¿Será preciso decirlo en plata? ¡Esa niña ha ido allí a cagar! Y el buitre, esa bestia cobarde que parece tan atenta, no hace sino esperar a que la niña le regale su magra ración de carroña cotidiana, como también sucede con la criatura que retrató Davilla en idéntica actitud en ese lugar demoníaco y escatológico.
No, Carter no se suicidó por un remordimiento de esa clase. Se limitó a recortar un trozo de paisaje para servírnoslo a domicilio. La expresividad fue su gran logro, pues la foto ejerce de metáfora certera de una realidad trágica y atroz de una guerra olvidada. No es ningún montaje: sucedió así y Carter sólo nos troceó y nos regaló el significante; el significado lo pusimos nosotros, espectadores occidentales, atormentados por nuestra sucia conciencia y acosados por los problemas de obesidad extensiva desde la tierna infancia. Carter no era otro predador ni el ejecutor de la niña, no, sino su único redentor. La redimió y esparció la culpa al mundo, para que volviésemos los ojos por un segundo hacia la tragedia de Sudán y ayudásemos a esas criaturas a llevar su cruz olvidada. Carter no logró salvarla, pero es que eso ya (a unos más que a otros, desde luego) nos correspondería a todos.
Tres meses después de la muerte de su amigo Oosterbroek, a finales de julio de 1994, Carter recogió su Pulitzer y el día 27, a la vuelta, anotó en un papel que dejó en el asiento del copiloto: «He llegado a un punto en que el sufrimiento de la vida anula la alegría… Estoy perseguido por recuerdos vívidos de muertos, de cadáveres, rabia y dolor. Y estoy perseguido por la pérdida de mi amigo Ken…». El dióxido de carbono de su vieja furgoneta puso el resto, pero no sabemos hasta cuándo los opinadores y moralistas seguirán haciéndole pagar a Carter que nos diese ese aldabonazo y ese susto en la conciencia. De todos modos, los niños y los buitres seguirán estando allí. Aunque Carter ya no esté para retratarlo.
bueno realmente habia escuchado de esto pero no le preste mucha atencion era muy niña en ese momento para entender, sin embargo ya no lo soy y la vida me a mostrado de que el ser humano juzga por naturaleza, sin embargo tras dejar de ser un ser sin estudio y aprender de los golpes !!!pocos o muchos!!! aprenden a juzgar sabiendo, pero pregunto creo en su historia….sin embargo porque en vez de tomar ese tipo de foto no lo hizo cuando corrio el buitre o recoiendo a la niña eso si que hubiese sido conmovedor un heroe en medio de la hambruna…pero bueno el tiempo no vuelve a tras y lo que fue no dejara de ser ….ahi tenemos como ejemplo a michael jackson que ahora casi que la gente lo canoniza luego de juzgarlo de la peor manera…pero que luego de muerto??? como dice mi mama demen flores de viva no de muerta porque ni oler podre
No podria juzgar a Carter no estuve alli, claro que la foto me conmueve, pero escenas como esas se ven a diario en nuestros paises subdesarrollados con la diferencia de que nuestros niños no estan acechados por un buitre, estan en los bulevares con sus estomagos vacios, rogando por un pedazo de comida, estan en los basureros comiendo los desperidicios que los mas seguro es que tengan revuelto mierda, estan en las calles siendo violados y explotados, asi que porque tanto alboroto por una foto que causa tanto dolor como lo que antes describi.Cada vez que doy de comer a un niño de la calle me siento feliz y al mismo tiempo frustrada porque se que hay muchos a los que no les puedo dar nada.
toy de akuerdo cn el articulo
en ves de criticarlo tanto
nunca se hubiera echo conciencia sobre esos niños no ser por la foto
muchos dicen q pudo haber echo algo
peor el q dice eso tb pudo haber echo algo…todos pueden hacer algo..
k mas da si la foto es cierta o no ecenas iguales ocuren en africa todos los dias aun sin ser fotografiadas en vez de hacer algo por los pobres del mundo lo k haceis es cuestionar la labor de kevin en querer demostrar al mundo lo injusta k es nuestra sociedad actual.
no entendi la foto de la niña
tengo,muchas interrogantes,la niña tal vez regresaria a la aldea, la madre deja a la niña asolas ,tal vez la madre regresaria por ella ,sus costumbres muchas interrogantes el fotografo creo que trata de plasmar una realidad que somos indolentes ante tanta nesecidad ,ante nuestros ojos la indiferencia,lo miserable que somos ,y seguimos sin creer que hay gente que se muere de hambre por muchos motivos , esta niña se esta» muriendo de hambre es una realidad, asi este» defecando ,nuestra humanidad no puede ser indiferente a esto cambiemos tal vez esta fotografia que fue tomada por kevin carter me desifre e»sta interrogante ¿se acabara» la miseria ?
kevin carter.retrato el horror en el que hoy dia por desgracia existe el era fotografo como fotografo retrato la cruda realidad lo veo bien por que ai gente que mira para otro lado y no les gusta ver estas imagenes y crritican no al problema si no al que se lo muestra.para mi este hombre me inspira respeto porke ai ke tener cojones de retratar y ver todo lo que el a visto,….y que lo enseñe al mundo me parece muy bien para que todos sepamos que este problema existe y que no puede seguir asi..y todo el que critica que si tenia que aver echo algo por esa niña ..es tonteria ablar por ablar no sabemos lo que ese hombre a podio ver y lo que aveces a echo…es mejor criticarlo encima de que se suisido no me estraña que lo hiciera porke ver lo que el a visto no es para menos…nunca se tuvo ke kriticar su trabajo ojala ubiera mas gente como el….
Cierto o no lo que se especula entorno a la fotografia, lo que si es que el impacto causado en la sociedad ha sido muy bueno porque los ojos del mundo voltearon hacia esta gente que esta muriendo de hambre.
Estoy de acuerdo en que fue un truco que el buitre queria comersela se trataba de sensibilizar a la gente con esa imagen y con esa historia… y lo lograron. Y si el fotografo se suicido fue porque era una persona enferma con los problemas que ya cargaba y todas las criticas que recibio fueron el detonante para que se quitara la vida.
Recibio un premio pero nadie lo felicito solo recibio criticas. D.E.P.Kevin Carter.
Muy buen blog
Me parece que si es verdad de que la gente habla por hablar en muchos casos, pero también es cierto que el estado en que se encuentra la niña no es el mejor, no hay que ser ni médico ni científico para ver su lastimoso aspecto y hay que ser muy frío para no haber hecho nada, no solamente hablo del fotógrafo que en su momento quizás no ayudó (lo comenta él mismo en un reportaje, que está arrepentido de no haberlo hecho) sino también en la parte que nos toca a cada uno de solidarizarnos y preguntarnos ¿qué hacemos por los demás? y es medio sarcástico deliberar a cerca de si la niña estaba en malas condiciones o si estaba haciendo sus necesidades, está en pésimas condiciones de cualquier manera y hubo que haberla ayudado y ayudar a personas en sus mismas condiciones.
mmm
Bueno lo que yo pueda comentar es parte del bla bla bla que encierra esta foto y su historia. Las palabras de los moralistas (como tú los llamas), tus propias plabras y lo que se comenta en la web en los montones de cadenas que se mandan,son al parecer comentarios triviales. Pero sin duda tu tienes la ventaja por ser este espacio tu blog. Sin embargo también tienes un elemento importante, las fotos que mencionas existen de una escena similar tomadas en una visita posterior . Quiero pensar que hay más fotos de la aldea y de otros niños, y quizás hasta tengas una de la misma niña ¿por qué no las subes?. De lo contrario para mí eres parte de este chismerio e igual de mentiroso como aquellos a los que tú señalas. Gracias.
bueno realmente la hostoria relatada tiene duversas direcciones, realmente no se que pensar. pero si algo tengo claro es que debemos ser seres humanos en todo momento y ser concientes de que asi pasen estas cosas todos los dias y a cada momento debemos ayudar al projimo por que es nuestro deber como hijos de Dios, pienso Kevin Carter pudo hacer mucho para evitar que esa niña pasara por esa situacion y no solo sacar provecho de la desgracia de los debiles. No lo juzgo solo Dios lo hara pero a este mundo no venimos solo a ocupar un espacio, venimos hacer el bien social.
Que fácil es postrarse como espectadores y satanizar el trabajo de un hombre que dedico su vida y sus pasión a la fotogarafía.
Verdaderamente no creo que la niña captada por el fotografo Kevin Carter estuviera simplemente defecando. En realidad el buitre presenciaba su agonia esperando el momento de tomar su tajada.
El hombre es un salvaje depredador por naturaleza, la sobrevivencia del mas apto nos ha llevado a hacer y presenciar actos verdaderamente escalofriantes. Sin embargo, que derecho tiene el publico espectador, esos millones de personas que han visto y descalificado la imagen por años, de tomar partido y opinión a un problema que nos atañe a todos como humanidad. Pienso que Carter tuvo la oportunidad de mostrar de una manera cruda y desnuda la realidad en la que vivimos y de la que TODOS somos complices. Si bien es cierto que fotografo pudo haber hecho algo mas que solo presenciar el momento, tambien es cierto que su locura y rechazo a la sociedad dejo que miles de personas presenciaran el horror que estaba viviendo y tomaran conciencia y accion.
Han pasado mas de 15 años desde la publicación de esta imágen y ecenas tanto o mas terribles continuan sucediendo, cuanto tiempo mas necesitamos para devorar nuestra humanidad? Esto no es solo una imagen de mal gusto o crueldad, es nuestra apatia a la vida… y definitivamente no tenemos un Kevin Carter que nos sacuda la conciencia.
«Carter le describió la escena y se sentó a llorar: esperó 20 minutos a que el buitre entrase en plano, hizo la foto, espantó al bicho (o no, qué más da) y se marchó.»
20 min defecando?! o.O
Toda esta historia no la conocia, soy estudiante de fotografía y Kevin Carter paso a la historia con esta imagen, yo no me siento con la capacidad de opinar sobre la acción que debio de tomar Kevin en ese momento; solo puedo decir que Kevin es un hombre valiente, y quizas muchas pero muchas personas no esten de acuerdo con mi afirmación, estar en momentos donde la hambre y la guerra es un pan de cada día, no es facil, realmente no es facil, con Pulitzer o no, que la niña estuviera en ese lugar, hambrienta, o defecando no es responsabilidad de Kevin, y si quizas muchos la hubieran ayudado, algunos habrian dicho que hubiera ido por la niña, que la hubiera llevado a un lugar con comida, la hubiera… si la hubiera…. alrededor del mundo existe mucha injusticia, hambre, sufrimiento, dolor, acaso volteamos haber a la niña que tenemos al lado habrienta y le damos de comer, en algun momento de nuestras vidad hemos sido un indiferente ante esas situaciones, es muy facil cuando la persona no es uno… Kevin es un hombre que debio hacer mas por la niña?, Somos capaces de ser algo por la persona de a lado?… Espero que copremdan mi opinion… no es una especie de defensa pero que la niña estuviera en ese lugar tiene que ver con acciones que no tienen que ver nada con una imagen y que seguiran pasando en una zona tan lastimado como Africa, y que no hay un Kevin Carter para mostrarnolas….
La verdad no creo que importe mucho la historia de la fotografía, lo que importa es lo que da a demostrar, si fuera así las fotos con esenarios planeados y modelos no tendrían sentido, tal vez invento una historia para crear fama, lo importante es lo que nos trato de decir al mundo, que somos una sociedad perdida, llena de personas avariciosas.
pz creo ke lo ke dicen
es cierto
komo el
totografo no c puede
defender
hablan de el
pero creo ke
esta mal eso
sus familiares deberian
defender
el nombre de kevin
…almendra
*pues en mi opinion carter hizo lo que algunos no hariamos o hizo lo que algunos hizieramos pero con lo que hizo demostro al mundo que clase de personas que somos que no podemos dar solo resibir de las pocas personas que saben lo que son y lo que no quieren ser algo como la o el pequeño niño yo realmente tengo la edad que el deberia tener y me siento afortunada de no haber sido esa pequeña creatura que no le pudieron dar ni un poco de ayuda pero mi gran fortuna no solo se baza en en eso si no en todas las personas que han pasado por todo esto me gustaria tener lo que otros no tienen por montones para ayudarles *dinero* *mas corazon*
Y para los comentarios que he leido sobre este punto, todos estan acostumbrados a cagar en una sisterna o como se llame en cada uno de sus países, y eso los lleva a asumir la misma posición cuando les toca al aire libre. Saben todos los que hablan cual es la posición más indicada para cagar en un potrero?
Es muy fácil decir lo que debió o no debió hacer Carter, cuando se está sentado desde la comodidad de la casa, pero no se tiene en cuenta el contexto de la historia y lo que quizo transmitir. Pero es más facil mirar la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio, y pontificar sobre la inhumanidad de Carter, cuando uno se pregunta si en la vida diaria de cada uno cuantos hablan esa misma crítica la aplican para si mismo, y no necesariamente con una niña que está a punto de ser devorada por un buitre, el sentido que se le puede dar a la foto, para la vida de cada cual es muy amplio.
Lo unico que me ha quedado claro es que conocias personalmente a Kevin Carter y por eso tus valoraciones, opiniones y demas. seguramente estara en el cielo se lo tiene ganado por producirnos tanto horror en nuestar mesa de comedor con nuestro pollo con patatas. Hay tantos argumentos para defender y ofender… pero yo me quedo con una niña que no tiene fuerzas para nada, y un fotografo que no la acompaño ni 20 metros a un lugar donde habia mas seres humanos intentando sobrevivir, seguro que la niña murio pero seguro que no tenia remordimientos, seguro que en los ultimos momentos Kevin vio todos los fantasma y murio pero no tranquilo, siempre siempre podemos hacer mas