Steve Wright, acusado del asesinato de cinco prostitutas en la localidad británica de Ipswich, perteneciente al condado de Suffolk,en el sureste de Inglaterra, podría haber atado a las mujeres mientras su mujer se encontraba en el trabajo, según se pudo escuchar en su juicio ayer.
Wright, de 48 años, que fue el segundo sospechoso arrestado en relación al caso, está acusado del asesinato de Gemma Adams, Tania Nicol, Anneli Alderton, Paula Clennell y Annette Nicholls, cinco prostitutas que ejercían en dicha localidad.
Todas las mujeres asesinadas presentaban características similares, por lo que la Policía cree que fueron asesinadas por el mismo hombre. Todas ellas aparecieron desnudas, trabajaban como prostitutas y eran drogadictas. En tan solo diez días aparecieron muertas las cinco jóvenes, cuyo cadáveres fueron encontrados entre el 3 y el 12 de diciembre en distintas localidades de Ipswich.
A principios de Octubre, poco antes de que comenzasen los asesinatos, Wright, de 48 años y camionero de profesión, se mudó al número 79 de la calle Londres en Ipswich, a una casa que compartía con su pareja, Pamela Wright. La mujer trabajaba en una centralita de un parque industrial en el área de Nacton, donde se encontraron los tres últimos cuerpos.
Mientras, el presunto asesino, trabajaba en Hadleigh, un área cercana a donde se encontraban los cuerpos de Tania Nicol y Gemma Adams, las dos primeras víctimas. Las muertes se detuvieron entonces durante una quincena pero volvieron a iniciarse después de que su mujer volviese al trabajo tras una enfermedad y las vacaciones, se aseguró ante el tribunal.
El día 1 de diciembre, La Policía dio el alto a Wright cuando conducía despacio por noche, y éste aseguró que no podía dormir.
«Mientras la señora Wright se encontraba trabajando en el turno de noche, el defendido se encontraba dedicado a otras actividades», aseguró el fiscal, Peter Wright. «A saber, recogiendo a mujeres que trabajaban como prostitutas en el distrito rojo de Ipswich y (…) asesinándolas por asfixia o comprimiéndolas el cuello mientras estaban afectadas por los opiáceos», resaltó el fiscal.