La mayoría de las personas nos esmeramos por tener un trabajo digno, en el que se nos ofrezca una buena remuneración por nuestros servicios; cada quien hace lo mejor que puede y espera que su esfuerzo sea recompensado, sin importar que la mayoría de las personas sientan que no les pagan lo que en realidad se merecen, siempre estamos esperando que ese día llegue.
Pero sin lugar a dudas existe un «trabajo» por llamarlo de alguna manera que es bastante ingrato, pues si lo haces bien serás denunciado como una mala persona, pero si lo haces mal, entonces todo el mundo se enterará gracias a las famosas cámaras de video que en la actualidad las hay por doquier.
Se trata de el oficio de ser ladrón, pues bien que cada que estos personajes deciden ingresar a un lugar y tomar los artículos que no les pertenecen a la fuerza e intimidando a las demás personas, se exponen a mucho riesgos, pero las cámaras como sus peores enemigas relatan lo exitoso o decadente de su hazaña.
Pertenecer a las pandillas desastrosas es malo por donde se le mire.
La tecnología se ha convertido en un instrumento utilizado para casi cualquier labor que se desee realizar, y una herramienta clave a la hora conocer de primera mano todo lo que sucede en cualquier parte del mundo.
Nadie se escapa los alcances que se pueden llegar a tener gracias a la modernización de estos tiempos; y uno de los más afectados es el sector de la delincuencia; cada vez que una pandilla comienza a actuar, también los lentes de las cámaras ponen en funcionamiento su intención de mostrar de manera lacónica lo que está sucediendo.
Es así como en estos momentos anda rondando un video en el que se muestra a una de estas pandillas desastrosas intentando cometer un asalto, que tal parece es el primero que la banda comete, ya que su nivel de coordinación es tan bajo que llegan al límite de la estupidez, muy seguramente los nervios les hicieron una mala jugada, o la ansiedad, no sé, lo cierto es que quedan muy mal parados.
En el video se puede ver claramente cómo corren tropezando unos con otros, tumbando todo a su paso, cayéndose ellos mismos en su afán por salir y como si fuera poco apiñándose contra la puerta de salida, la cual casi no logran abrir, en definitiva un desastre total.
Aléjense de las pandillas desastrosas, puede que su torpeza sea contagiosa.
Trabajo es trabajo, eso suelen decir las personas, pero cuando se encuentra uno con situaciones como las de este video, entonces es cuando uno empieza a pensar que en realidad para cualquier labor que se emprenda se necesita tener ciertas habilidades, y en el caso de las pandillas desastrosas es evidente que les faltan muchas destrezas que les permitan realizar bien su labor para no tener que salir en todos los noticieros mostrando lo insuficiente de su actuar y tener a todo el mundo riéndose de la inefable forma en que se dieron las cosas.