Al contrario de lo que piensa mucha gente si se quiere perder peso no hay que hacer un ejercicio muy intenso, sino de una intensidad moderada. Os dejo la explicación a continuación.
¿Qué es el ejercicio aeróbico?
Se llama ejercicio aeróbico a aquel para cuya realización se exige una demanda de oxígeno continua al cuerpo, de modo que el músculo utiliza como combustible principalmente nuestras reservas de grasa. Los ejercicios aeróbicos son aquellos en los que participan grandes masas musculares (piernas, glúteos, parte baja de la espalda…), con un largo período de trabajo y a una intensidad moderada. Algunos ejemplos son el aerobic, andar a paso ligero, trotar, el esquí de fondo, nadar, el ciclismo de fondo, bailar y el entrenamiento con pesas monitorizado.
Beneficios del ejercicio aeróbico
La realización periódica y constante de ejercicio aeróbico tiene efectos positivos sobre nuestro sistema cardiovascular y contribuye a reducir la grasa corporal, siempre y cuando se siga al mismo tiempo una dieta adecuada para perder peso.
También está demostrado que, tras el ejercicio aeróbico, el metabolismo de las grasas queda aumentado, de modo que una vez finalizada la sesión, el cuerpo tiende a quemar más calorías, preferentemente a partir de la grasa corporal, aun en reposo.
Objetivos del entrenamiento aeróbico
Si nuestro objetivo es mantener la salud y mejorar el metabolismo de las grasas, conviene hacer un trabajo aeróbico de intensidad moderada, durante unos 30-40 minutos y de 3 a 5 veces por semana.
Intensidad del ejercicio: MODERADA
La intensidad del ejercicio aeróbico se suele medir en relación con el volumen de oxígeno máximo consumido por el cuerpo.
Como esta medida es difícil de establecer (se necesitan aparatos especiales de medición), es mucho más común medir tal intensidad a partir del número de pulsaciones cardíacas por minuto.
En general, se admite que el número máximo de pulsaciones por minuto que soporta un corazón sano es del orden de «220 – edad (en años)», de modo que para un hombre de 56 años sería: 220 – 56 = 164.
Siguiendo con el ejemplo anterior, consideraremos un ejercicio aeróbico suave al realizado con una media del 55% al 60% del número máximo de pulsaciones (90-98), moderado al realizado entre el 60%-75% del número máximo de pulsaciones (98-123), y fuerte al ejecutado entre 75% y 85% (123-140).
Todo ejercicio que suponga un número de pulsaciones por encima del 85% no quema grasas, sino las reservas de hidratos de carbono que son muy limitadas… (ejercicio anaeróbico).
Recomendaciones generales que ayudan a perder peso…
– Practicar de forma regular ejercicio físico aeróbico, en función de las limitaciones y características individuales. Se aconseja pedir consejo a un especialista en el tema para evitar riesgo de lesiones y, especialmente, si existe riesgo cardiovascular, en cuyo caso se debe realizar previamente un examen médico para determinar el tipo e intesidad de ejercicio físico más apropiado a cada caso.
– Por otro lado, desde el punto de vista de la alimentación se recomienda:
· Fraccionar la alimentación en varias tomas al día. De esta manera, se evita picar entre horas, ya que no damos tiempo al estómago a que tenga sensación de vacío entre toma y toma.
· Aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra (saciante): verduras, legumbres, frutas y cereales integrales. La cantidad a consumir depende de las necesidades de energía individuales.
· Limitar el aporte de grasas (de condimentación y la que contienen los alimentos). Se recomiendan especialmente los lácteos bajos en grasa y poco azucarados, las carnes menos grasas y derivados cárnicos tales como el jamón serrano sin el tocino y los fiambre de ave.
· Controlar la cantidad de alimentos ricos en hidratos de carbono simples (azúcar, miel, mermelada, zumo y fruta, bebidas azucaradas, golosinas, chocolate y derivados…) y complejos (arroz, pasta, pan y derivados, patatas, legumbres).
· Limitar alimentos o productos concentrados de calorías, la mayoría de ellos con un contenido energético importante y un aporte insignificante de nutrientes (refrescos, bebidas alcohólicas, snacks, etc.).
· A la hora de cocinar, se recomienda emplear técnicas culinarias que no añadan un exceso de grasa al alimento. P. ej. plancha, horno y papillote, cocido y vapor, rehogado con poco aceite, guisos y estofados con alimentos de origen animal poco grasos y con cantidades limitadas de aceite (estofado de pavo, pollo sin piel a la jardinera, conejo estofado con setas….).