Vivir unos instantes bajo el rol del otro sexo, gusto homosexual o un rito. El proceso de travestismo es tan antiguo como los dioses mismos.
Ya en relatos históricos referenciados por mitólogos de la antigua Grecia como Hesíodo, cuentan cómo el mismo Aquiles fue travesti, al igual que Céneo, Onfalia y hasta Heracles. Este «rito» de travestismo, atravesó la frontera mítica y llegó a nuestra era, donde esta práctica deja de ser un experimento de los dioses griegos, para convertirse en una actividad humana.
De eonismo a travestismo
En 1910 el investigador Magnus Hirschfeld es la primera persona en utilizar el término travestismo, y lo hace en su obra titulada, «conductas sexuales humanas». Pero en esta época no se dio el inicio de esta práctica que consiste en adoptar los roles del sexo contrario a través de sus vestimentas y accesorios.
Dos siglos antes de Hirschfeld existe un relato muy conocido y difundido acerca del travestismo conocido hasta entonces como eonismo. Su protagonista fue un espía, diplomático y militar francés, tenía tres nombres femeninos y tres masculinos. Carlos Genoveva Luis Augusta Andrés Timotea. Invertía sus roles sexuales todo el tiempo durante largos periodos siendo todo un enigma su verdadero sexo. El hecho de que no desarrolló barba y que se veía perfecto tanto como hombre como mujer, creaba confusión en su entorno. En alguna ocasión se le obligó a declarar su verdadero sexo y éste aceptó ser mujer, a la hora de su muerte a los 81 años el doctor que realizó su autopsia aseguró que era un hombre. Hombre o mujer dejó para la historia el legado más antiguo del travestismo.
Más antiguo aún aunque mítico es la historia de algunos personajes de la mitología que tuvieron sus momentos travestis.
Céneo el primer caso de travestismo conocido en la mitología
Céneo era un lapita que inicialmente fue una doncella de Elide. Fue violada por Poseidón y este como consuelo le concedió lo que ella desease, ella pidió ser hombre un hombre invulnerable.
Aunque parece ser más una historia de transexualismo que de travestismo, el hecho de desear asumir un rol masculino, y que de hecho lo haya hecho sin ser hombre, hace que esta historia sea conocida hoy como el primer caso de travestismo en la mitología.
Aquiles es una doncella
Cierto día, Tetis fue avisada de que su hijo Aquiles moriría en Troya, en medio del desespero ella decidió disfrazar a Aquiles de mujer y esconderlo en el castillo del rey Licomedes, y de esta manera evitó la muerte de su hijo. Luego él volvió a ser un hombre totalmente.
Heracles, un macho afeminado
Cuando Heracles es vendido como esclavo a la reina Onfalia, los dos se enamoran llevando su amor a invertir sus roles sexuales, y mientras Onfalia hacía las veces de hombre y se vestía como tal, Heracles con ropas femeninas pasaba su tiempo hilando en una rueca.
Por amor, por temor o por deseo, el travestismo es una práctica muy antigua que en algunas culturas se llevaba a cabo como un rito heredado de los dioses griegos. Hoy día es una actividad que aunque no muy divulgada se lleva a cabo en diferentes partes del mundo tomando cada vez más fuerza.