Al menos esto es lo que aseguran los científicos de la revista «Nature» confirmando lo que muchos proclaman y lo que otros tantos evaden, el colapso planetario es inevitable.
Esta ratificación sobre el fin de la tierra, ha sido proclamada por 22 renombrados científicos de todo el mundo entre los cuales se encuentran incluidos científicos españoles que hacen parte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y los cuales han calculado el colapso planetario mediante el uso de diferentes teorías científicas, la modelización de ecosistemas y la evidencia paleontológica.
La teoría sobre el fin de la tierra.
En un artículo publicado en la revista «Nature», los científicos han asegurado que las fluctuaciones cada vez más fuertes y que afectan radicalmente a la biodiversidad de la tierra, los cambios climáticos que afectan los ecosistemas y el presupuesto disponible ante el cambio drástico de las fuentes de energía, están haciendo que el estado del planeta a un punto de inflexión.
Arne Mooers, uno de los autores del artículo, ha declarado que según los estudios realizados, el último punto de inflexión que ha afectado el planeta tierra, se llevó a cabo hace 12.000 años, época en la cual el mundo pasó de la época de los glaciares al estado interglacial actual. Cuando la tierra llegó al estado de inflexión, los cambios biológicos más extremos que llevaron a la situación actual del planeta se dieron lugar en tan sólo 1.000 años.
Arne Mooers asegura que «en estos momentos, el próximo cambio del estado global será muy perjudicial para nuestras civilizaciones y, una vez que un cambio planetario se produce, no hay vuelta atrás». Este tipo de análisis hacen mella en el pensamiento popular de que el hecho de que las presiones antropogénicas tales como los cambios climáticos que en la actualidad deterioran con gran intensidad nuestro planeta son aún susceptibles de discusión y que cualquier evento catastrófico se llevaría a cabo de manera lenta, tomándose siglos en suceder.
La teoría sobre el fin de la tierra.
Conclusiones.
Entre los detalles más considerables del estudio realizado por «Nature», se destaca la conclusión que remarca que lo más conveniente para el bien de la humanidad, es que la marca del 50 por ciento de la transformación completa de la superficie de la tierra, puesto que de lo contrario, una catástrofe planetaria no podría ser retrasada ni anulada por completo.
En la actualidad hemos alcanzado la marca del 43 por ciento de la transformación total de la superficie terrestre, por lo cual el medio ambiente de la tierra se haga cada vez más vulnerable para sufrir una epidemia.
Mooers concluye en su estudio que, palabras más, palabras menos, los seres humanos no hemos actuado con la verdadera sensatez que requiere la situación, es decir, no hemos provocado un cambio realmente importante para evitar una catástrofe planetaria, puesto que las estructuras sociales indispensables para llevar a cabo las medidas de prevención necesarias no existen en la actualidad.