Nueva noticia en el Heraldo:
Detenidos ocho «skins» por herir de gravedad a un hombre y romperle la nariz a otro
«No vengas porque que estoy lleno de sangre», le dijo Ramón Redondo a su novia tras sufrir la agresión. La víctima no llevaba cazadora o prenda de vestir que lo identificara con ninguna tribu urbana.
M. LLORENTE. Zaragoza | Sin mediar discusión alguna. Cuando Ramón Redondo, de 29 años, salía sobre las 2.30 de la madrugada de casa de unos amigos, en el cruce de la calle Pablo Iglesias con María Zambrano, en el barrio del Actur, se topó con cinco skins , con el pelo rapado y ataviados con camisetas de tirantes y botas militares, que le acorralaron y empezaron a propinarle golpes. Aunque les gritó que le dejaran en paz y trató de defenderse, no pararon hasta que lo dejaron tirado en el suelo con una gran brecha en la cabeza tras golpearle con un ladrillo y un trozo de hierro procedente de una alcantarilla, según la Policía.
Sabina, la novia de este joven, de profesión informático y natural de San Sebastián, que llevaba desde enero de2005 trabajando en una empresa de Zaragoza, apenas puede creer lo sucedido. Ha soportado una noche depesadilla después de que Ramón la llamara para avisarle de que le habían dado una paliza de muerte: «Apenas me dijo «me han atacado» y se echó a llorar; después, antes de que entrara en estado de shock, me explicó que oyó a un grupo venir detrás de él armando bronca y que bajó la cabeza y trató de seguir su camino, pero le rodearon y no pudo escapar».
Pidió auxilio a una pareja que pasaba por allí pero, al verle ensangrentado, se marcharon asustados. Un hombre de unos 40 años acudió en su ayuda y llamó a la policía y la ambulancia para que vinieran a socorrerlo. Gracias a su rápida actuación, los agentes pudieron detener en las proximidades a los presuntos autores de este delito de tentativa de homicidio. Son cinco jóvenes, dos de ellos con menos de 18 años, que han pasado a disposición de la Fiscalía de Menores. Los otros tres detenidos y que hoy serán puestos a disposición juidicial son Juan Antonio I.R., de 20 años y natural de Hospitalet de Llobregat; José Alberto B.R., de 23 y de Zaragoza; y Gemma Benjamina P.B. de 18 años de edad y también zaragozana.
«Ví que venían de cacería», comenta todavía con el susto en el cuerpo una vecina de la calle Pablo Iglesias que cuando volvía a casa se tropezó con este grupo de skins que acababan de agredir a Ramón Redondo: «Venían a toda prisa y al verles , me giré rápidamente y casi ni les mire del susto que me entró. Todavía me tiemblan las piernas porque no sé cómo, pero intuí que algo habían hecho. El jefe de la pandilla, que era alto y fuerte y con clara estética neonazi les gritaba a los otros que salieran corriendo». Esta vecina, que prefiere no dar su nombre, asegura que «nunca había visto a este grupo por el barrio del Actur y que otros jóvenes que había en la esquina de la calle se quedaron también paralizados de miedo al verles: «Todos vimos que eran lo que eran, que iban con ganas de bronca y que huían de algo que habían hecho».
La víctima, Ramón, de 29 años, seguía ayer en la UCIde Trauma en el Hospital Miguel Servet, en coma inducido y muy sedado. Según el parte médico, sufre traumatismo craneoencefálico y sigue en situación de gravedad. Hoy se le practicará otro scáner.
«Ha sido una agresión gratuita. Casi le matan por nada», dijo, muy afectada, Sabina, la novia de Ramón Redondo, el joven donostiarra que tuvo ayer la desgracia de tropezarse con un grupo de skins que le golpearon en la cabeza produciéndole un fuerte traumatismo. Según Sabina, la agresión se produjo cuando salía de casa de unos amigos, en el Actur:»Iba él sólo y se disponía a coger un taxi para venir a casa, porque vivimos en el centro, cuando oyó que un grupo se le acercabandemasiado por detrás».
Aunque «él que es muy prudente, aceleró elpaso, pero le alcanzaron y empezaron a pegarle». Ramón Redondo es moreno, alto, mide 1,75 aproximadamente y viste completamente normal: «Llevaba una camiseta y unos pantalones de algodón y deportivas como cualquier persona con aspecto normal, sin ninguna cazadora o prenda rara que le hiciera parecer de alguna tribu urbana».
Sabina asegura que «estaba consciente cuando me llamó y me repetía: ´no vengas porque estoy lleno de sangre, me da miedo que aparezcan de nuevo`. Muy nerviosa, se fue directamente al hospital: «Anoche sufrió varios ataques epilépticos, le metieron a quirófano, estuvieron dos horas y media con él y nos dijeron que tenía fractura en el cráneoy una esquirla muy astillada que esperan no le haya afectado ningún órgano del cerebro». Lo que más asusta»es que le han pegado por pegarle, tenía su móvil y su cartera».
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