Las aficiones son un tema que a todos nos interesa, estamos acostumbrados a tener un motivo por el cual suspirar, ya sea un deporte, un hobby, una menar de vivir, en fin casi todos tenemos una pasión que llevamos en el alma, al punto de cometer unas estupideces que evidentemente nosotros no logramos ver, pero que los demás si ven por nosotros.
En esta ocasión he decidido hablar de la fiebre por la fotografía, ese grupo que cada vez crece más y más, gracias a que en las redes sociales todo el mundo quiere tener la prueba de todo aquello que vivimos y bien sea en imagen o video ser los primeros en contarle al mundo lo que sucedió en cualquier parte del mundo.
Una imagen dice más que mil palabras dicen quienes tienen fiebre por la fotografía.
Es cierto, una imagen dice más que mil palabras, y es esta tal vez la razón por la que hoy día muchos busquen a como dé lugar, esa foto perfecta, en la que se los demás vean en ellos ese galán o esa doncella que ellos mismos imaginan ser. Bueno hasta aquí no hay nada malo, no se transgrede ninguna ley, ni se viola el derecho de ningún ser humano.
Lo malo viene cuando en busca de esa imagen soñada, ya sea de nosotros, de los demás o de cualquier actividad propia del universo, se pone en riesgo nuestra integridad o la de los demás; y esto fue lo que hizo un aficionado que asistía a un rally, tomó su cámara y se ubicó en un lugar para él privilegiado, pero que en realidad no era ninguna otra cosa que peligroso.
Los pilotos pasaban por aquella curva a toda marcha y nuestro personaje en medio de su fiebre por la fotografía, cada vez se exponía más en busca de la imagen perfecta, su imprudencia fue tal que hizo que uno de los autos casi lo arrollara, y no lo hizo gracias a la pericia del piloto que logró maniobrar el auto.
Esta bien podemos hacer uso de esa herramienta llamada cámara fotográfica las veces que queramos, no importa a cada segundo estemos subiendo fotos a nuestras redes sociales, mostrando lo felices que somos, en ese mundo, pero esto no significa poner en riesgo nuestra vida y la de los demás.
Graves consecuencias de la fiebre por la fotografía.
Para fotografiar a tus amigos haciendo cosas que no deben, a la vecina mientras se ducha, al perro mientras se persigue la cola, a una hormiga mientras camina por la pared de tu casa, o cualquier otra idea estúpida que se te ocurra, debes asegurarte primero que esta acción no atente contra tu bienestar ni el de los demás, y lo segundo que debes hacer es cuidar lo que luego harás con esas imágenes, porque no será muy bien visto que te lleven a la cárcel y que tu intentes defenderte diciendo que sufres de fiebre por la fotografía.