Todos los días se encuentran personas que hacen humo. Durante el trasegar de cada día se encuentran personas que hacen humor sin proponérselo y ni siquiera en la mayoría de las ocasiones se dan cuenta, los que primero entienden lo que está sucediendo son los que conforman su entorno. Claro que la noticia de la que se hará mención no es la excepción del momento.
Se cree que es una historia insólita porque en realidad el hecho de que una persona esté dispuesta a tomar nitrógeno líquido, debe ser que o no se da cuenta o está demasiado desquiciada mentalmente. De veras, qué historia, la que cuenta que una muchacha pierde su estómago por tomar nitrógeno líquido.
La personas que hacen humor se encuentran en la calle en las oficinas, en la Universidad y hasta en las iglesias, es decir, no es de extrañarse que un día al salir de la casa se pueda encontrar con una de ellas, lo cual pueda conducir a la risa y a la posibilidad de pasar un rato ameno en compañía de quien hace humor.
La misma forma de ser de una persona, o como lo diría un versado en psicología: la misma personalidad hace que alguien se comporte de tal o cual manera; la amiga de la historia de hoy, es de la mujeres que les gusta ir al límite, y en forma especial el día de su cumpleaños, es decir, ese día es para el desenfreno total.
La situación se complica cuando se pasa de castaño a oscuro y la muy querida amiga el día de su cumpleaños, se salió de todos sus parámetros para ingerir algunas bebidas entre las cuales estaba la que menos debería haber bebido, pues sería la que más tarde ocasionaría un inesperado transe en medio de la felicidad.
Esta puede ser otra forma para las personas que hacen humor.
Dentro de su perfil de inglesa liberada en el día de su dieciochoavo cumpleaños debía pasar por inadvertido, el hecho de que estaría corriendo riesgos por no fijar su atención en cuanto a las bebidas de las que iría a participar, pues por no hacerlo tuvo que pasar por un trago amargo sin querer queriendo y sufrir por ello.
Ella es una de las personas que hacen humor sin que se lo propongan, pues todavía sin tener la más remota idea del por qué lo hizo, le echó nitrógeno líquido a su bebida alcohólica, en la noche de su cumpleaños. Las reacciones por el imprudente acto no se dejaron esperar y la protagonista comenzó a tener cambios.
Lo que pareció ser una experiencia se tornó en una historia de las personas que hacen humor, ocasionando así este tipo de humor, un incidente desagradable semejante a las anécdotas del también caerás. Pareciera que esto no tuviese nada de humor, pero en realidad esto es lo que ocasiona la loca imprudencia.
Es de suponer que nadie desea ser el próximo que quiera hacer humor usando este tipo de dinámica.