Cuando tratamos de hablar sobre nuestros asuntos personales es muy importante para nosotros que se nos respete nuestra intimidad; siempre sea contra quien sea la defenderemos y por nada del mundo estamos dispuestos a negociarla así esto nos ocasioné más de un problema.
Pues bien quién se atreve a darle la contraseña del Facebook a su pareja, seguramente muy pocos y lo más seguro es que lo hacen porque es muy poco lo que lo utilizan y no tienen tiempo al menos por este medio de tener nada oculto.
En Estados Unidos un hombre llamó a la policía para que ellos evitaran que su mujer observara mientras él revisaba su Facebook, ya que esta no quería dejarle a solas.
Sin pensar en las consecuencias que esto podría generarle el hombre tomó su teléfono y llamó al 911 y evidentemente la policía llegó, al contarles que lo que sucedía era que su mujer no lo dejaba revisar su red social tranquilamente luego de que ella había bebido unas cervezas, los policías se enojaron y se lo llevaron preso por hacer mal uso de la línea de emergencias; fue encerrado en el calabozo durante 60 días, junto al remordimiento de haber realizado esa llamada.
Si consideramos las redes sociales un asunto personal, ¿por qué robamos tiempo a nuestras familias para estar en ellas?
Este tema causa mucha controversia, ya casi todo el mundo tiene cuenta en algún tipo de red social entre la gran variedad que existe, pero cada persona defiende su derecho a la intimidad, cuando en la red social exponen toda su vida, además las personas que se ven afectadas siempre son los seres que más queremos porque es a ellos a quienes les estamos robando tiempo valioso que nunca volverá.
Esta situación cada día está generando mayor alejamiento entre los miembros de una familia, al punto de ocasionar miles de separaciones y todo porque consideramos las redes sociales un asunto personal en el que nadie diferente a mis miles de contactos tiene derecho a inmiscuirse.
Esta historia suena bastante pintoresca, pero refleja la verdad sobre ese temor que sentimos las personas al creer que se está violando nuestra «intimidad» y seguro que pocos llamarían a la policía, pues al fin y al cabo los afectados serían ellos mismos, en cambio la solución que preferimos es enredarnos en una pelea sin fin, donde nadie cede y todos quieren ser el triunfador.
Lo bueno de establecer prioridades, es considerar a las redes sociales un asunto personal:
Para cada persona, las redes sociales se han convertido en una especie de mundo paralelo en el que dicen lo que quieren, y encuentran infinidad de temas y personas para tratar; eso es lo sencillo, lo complicado es hacer de ese mundo una manera de esparcimiento sano, en el que no se rompan las reglas y en el que viviendo se comparta la idea mantener a las redes sociales un asunto personal en el que nadie se inmiscuya, pero en el que tampoco nadie se vea afectado por nuestra actividad social.