Acabo de leer esta carta, que ha escrito FRANCISCO PASTOR GUZMÁN en Castellón el 17/01/2012
Nos hace pensar un poco en la situación en la que estamos y quién nos ha metido en ella, exactamente, es la misma gente que nos pide esfuerzo y constancia, un poco irónico, ¿no os parece?
Las personas que menos tienen son las que mas tienen que poner de su parte, como todo en la vida, se puede opinar cómodamente desde tu sofá de 3000 euros, o mejor aún, se puede pedir que la gente haga un esfuerzo gastando menos y pagando más impuestos, cuando tu tienes un coche que te lleva a trabajar, pagado con el esfuerzo de una persona que tiene que ir a trabajar en bici o andando para ahorrarse un poco en gasolina.
¿Indignante? Por lo menos tener un poco de vergüenza y recortar en gastos los altos cargos y después pedir ayuda a los que menos tienen, porque si un alto cargo del gobierno, evitase desplazamientos o dietas, sería un dinero que ya no está siendo usado y que posteriormente no será necesario pedir a las personas de la calle.
¿Creéis que mucha gente que votó al gobierno actual se estará arrepintiendo? o por el contrario ¿se sentirán las personas que les votaron más orgullosos que nunca?
Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno, nos pide a los españoles «un esfuerzo más». Alberto Fabra Part, presidente de la Generalitat Valenciana, dice que los valencianos «vivíamos por encima de nuestras posibilidades».
Trabajo desde hace 14 años en I+D y desde hace 10 años lo compatibilizo con unas horas semanales de profesor en la universidad. Me esforcé de niño y adolescente en intentar aprender, sacar buenas notas y pasarlo bien. Me esforcé en la universidad para sacar la carrera y pasarlo bien. Me esforcé luego dando clases particulares y continúo ahora esforzándome en mis dos trabajos. Hace 10 años, junto a mi pareja, compramos un piso que entraba dentro de nuestras posibilidades. Ahora, tras 10 años de esfuerzo, hemos ahorrado el dinero suficiente para pagar lo que nos queda de hipoteca. Llevo años esforzándome y nunca he vivido por encima de mis posibilidades. Podía permitirme coches más caros pero no los he comprado, nunca he pedido un crédito para irme de vacaciones, reformé mi piso cuando tuve dinero para hacerlo. Me esfuerzo en educar a mis hijos lo mejor posible, los llevo a la escuela pública y me esfuerzo en la asociación de padres para ayudar a mejorarla. Cuando mis hijos enferman los llevo a la sanidad pública y si me queda jarabe en casa le digo al médico que no me haga una receta que no necesito.
Ahora estoy a punto de quedarme sin trabajo gracias a los que han vivido «por encima de nuestras posibilidades». Ahora me piden «un esfuerzo más». Yo siempre he pagado puntualmente la hipoteca y lo sigo haciendo así que no he hundido a la banca. Yo no he hecho bajar la Bolsa, no he hundido los mercados, no he inflado la economía, no he especulado con la vivienda, no he organizado carreras de coches en mi ciudad, no necesito un aeropuerto sin aviones, no tengo yate para ver la salida de la Copa América, no he ido nunca a ver la ópera en el Palau de les Arts. Yo no he deteriorado la escuela ni la sanidad públicas, no he tenido becas ni subvenciones, no he cobrado nunca el paro ni he provocado déficit al Estado, la autonomía ni la Seguridad Social. Yo no conozco a Moody’s, Fitch ni Standard & Poor’s pero sí conozco a los que vivieron por encima de mis posibilidades. Yo no les voté, a mí no me representan.
Soraya, el esfuerzo se lo pides a ellos.