A los niños se les puede tener mascotas como un perro o un gato y entre ellos puede haber una excelente convivencia, es preferible que esta convivencia este supervisada por los padres. Si las personas desde pequeñas interactúan con los animales pueden desarrollar menor alergias. Los niños, perros y gatos, pueden vivir en un mismo lugar y ser excelentes amigos.
Es este vídeo veremos la relación de una niña con su perro Golden retriver, todo debe tener una preparación para que cuando la niña llegue por primera vez a casa, el perro no la vea como una competencia, para esto es apropiado permitir que el perro se acerque a la bebe y le olfatee, para que se vaya familiarizando con ella.
No es suficiente que el perro tenga acceso al bebé, también se le debe permitir que se acerque a la cuna, sin tener temor que la niña llore, ya que esto es interesante para el animal. Se debe saber que se puede vivir entre Niños, perros y gatos sin problema.
Niños, perros y gatos se pueden llevar bien con la ayuda de los adultos
Los adultos deben premiar la conducta de cercanía del perro con la niña y además su buen comportamiento, como en este caso sucede entre el Golden y Martina la niña de esta historia. Este perro no asocia la bebé con algo negativo para él, le ve como alguien agradable que es parte de su familia.
De la misma manera como puede existir una buena relación entre el perro y la pequeña, se puede entablar una buena convivencia entre un gato y la niña, lo que confirma que entre Niños, perros y gatos; se puede crear una relación con armonía, preferiblemente con la supervisión de los padres.
En el vídeo a Martina no la dejan sola por mucho tiempo con el perro, ya que existe un poco de temor, pero de seguro si los dejaran solos un rato el perro no le haría nada, al contrario se entablaría mejor la amistad y familiaridad entre los dos.
Esta niña en su relación de Niños, perros y gatos, ha podido aprender que no se trata de un ser de la mima especie, ya tiene bien determinado que ella es un bebé y el Golden es un perro e incluso su mascota y le trata de la manera como se debe tratar dentro de la práctica de amistad y comprensión.
Niños, perros y gatos pueden vivir bien si existe buena supervisión
Algo que ha aprendido Martina es a respetar su mascota, es decir, no se mantiene halándole de la cola o de la oreja, esto podría dañar su convivencia y provocar un problema entre ellos, todo se puede lograr como lo hicieron los padres de Martina, con enseñanza y mucha supervisión al comienzo.
Dentro de lo que puede ser la relación entre Niños, perros y gatos, la supervisión de los adultos juega un papel de importancia, pues el respeto que se dio en la relación de Martina con su perro fue algo bien interesante y un medio importante para evitar cualquier accidente provocado por la mascota.