Increíble, hace algunos días una legendaria reliquia histórica, la escultura de Tutankamón se cayó y la barba se despegó, lo que no representó ningún tipo de problema para Los restauradores del Museo Egipcio de El Cairo, pues la pegaron con pegamento fresco.
Polémica por la barba de Tutankamón
La historia que durante los últimos días ha dado la vuelta al mundo tiene que ver con una legendario escultura y un daño que sufrió la barba de Tutankamón, la cual se despegó al sufrir una caída y fue restaurada con pegamento.
El meollo del asunto no es que se haya dañado, sino que se haya arreglado, de una manera increíble lo que parecía ser el problema no lo es sino, precisamente la solución que se le dio a este, pegar la barba de Tutankamón con pegamento fresco.
Quizá fue porque la solución fue muy práctica, porque no existe otra excusa para que se esté recriminando a los restauradores por haber dado final al asunto que les preocupaba mucho, el daño a una de sus esculturas.
Al asunto al parecer es por lo precario del procedimiento, ya que quedaron residuos de la resina Epoxi que utilizaron para el arreglo de la barba de Tutankamón. Según Christian Eckmann, arqueólogo alemán que trabaja con las autoridades egipcias, el daño que se hizo es irreversible, por lo que hay que eliminar el producto y sustituirlo por otro.
Continúa el debate por la barba de Tutankamón
La historia ya dio la vuelta al mundo gracias a los medios de comunicación, por su puesto a una noticia tan particular el canal de vídeos más famoso de la red no se podía quedar acá y en una grabación de 40 segundos se data sobre esta particular noticia.
Muchos dirán tanto alboroto por una barba que fue pegada con pegamento común, pero es que se trata de Tutankamón y de un museo de historia muy importante, es por estos asuntos que la noticia ha causado revuelo.
Pero esta no es la única vez que la barba ha sufrido un percance, durante la historia de la excavación de la tumba, se cayó varias oportunidades y en 1924 la máscara se trasladó al Museo Egipcio sin la barba, esta fue rearada por primera vez en 1941 y fue así como se mostró.
En agosto del 2014, cuando se realizaban unos trabajos de iluminación en el museo, se cayó la barba porque el pegamento ya llevaba allí 70 años y no pudo resistir más. Así que los restauradores intentaron arreglarla con un producto que no resultó ser muy eficaz, de manera que optaron por la resina epoxi, un adhesivo de pegado rápido utilizado en metales, piedras y plásticos.
El asunto ahora es que el pegado no se realizó de una manera pulida, y es precisamente esa la cuestión que causa polémica y causa cierto aire de risa cuando se cometa al respecto. Hoy en el museo la figura del faraón reposa y de no haber sido por el escándalo mediático quizá podría pasar inadvertido el percance.