Os presento el M-497 Black Beetle.
A finales de la década de los años 60 del siglo pasado se hicieron pruebas que consistían en acoplar motores a reacción a máquinas de tren convencionales aunque adaptabas para tales experimentos. Era una época en la que casi todo era susceptible de ser propulsado a reacción (también barcos) y si a alguien se le antojaba también estaba a la orden del día probar a añadir algo atómico aunque no fue este el caso. Entonces el transporte por tren andaba de capa caída debido a la generalización de las autopistas y del transporte aéreo y el consorcio de trenes de Nueva York quiso relanzar el que hasta entonces había sido el medio de transporte preferido para largas distancias.
Uno de los prototipos de estos peculiares trenes de alta velocidad, el M-497, se construyó utilizando una máquina de propulsión diésel convencional. Se le añadieron dos motores a reacción General Electric J-47-19, que eran los mismos que se utilizaban para impulsar el bombardero Convair B-36 el mismo que a la postres se utilizó en su día para las pruebas de un bombardero propulsado por energía atómica. El diseño de las estructura que soportaba los motores contemplaba la posibilidad de colocarlos tanto en la parte posterior de la máquina como en la parte delantera, que es donde finalmente quedaron colocados dándole un peculiar aspecto al engendro al que los ingenieros llamaban Black Beetle (Escarabajo Negro).
Durante las pruebas de ensayo el tren M-497 Black Beetle batió el récord de velocidad sobre
raíles en EE.UU. al alcanzar la nada despreciable velocidad de 295,88 Km/h.
Jet Train Los motores a reacción se utilizaron también para otro proyecto de investigación: un soplador de nieve de alta potencia que se utilizaría para despejar las vías en invierno.
Durante las primeras pruebas el soplador se mostró muy eficaz despejando la nieve de las vías así como la mayoría de las traviesas y la grava del firme. Pero después de algunos ajustes se consiguió hacer que el soplador fuera menos destructivo y entró en servicio de forma regular.
El proyecto de los trenes a reacción experimentales tocó a su fin unos meses después sin ningún resultado reseñable excepto el referente al récord de velocidad que en aquel país aún hoy se mantiene vigente. El coste total oficial de tales ensayos fue de unos 35.000 dólares, aunque se cree que la cifra real fue notablemente superior.
En 1970 también en la entonces Unión Soviética se llevaron a cabo experimentos de este tipo.
Allí se colocaron dos motores a reacción de un avión de pasajeros Yak-40 en la parte posterior
de una máquina convencional. De este prototipo apenas hay más información aunque resultó
muy similar al M-497 y llegó a alcanzar los 249 Km/h.
Impresionante, tiene pinta de ser rápido y todo jeje. Necesitamos unos cuantos de esos en Galicia, ya que las obras del AVE se hacen eternas …
Jejejejejje Dudo que en Cercanías hagan alguna inversión…
menudas ideas no? la aceleración debía ser importante…
Bua! si lo sustituyen por los que hay ahora en Barcelona seguro que no llego tarde al curro nunca más :D.