Todos tenemos temores, algunos llegan a convertirse en fobias que difícilmente se superan y que arruinan nuestras vidas al punto de aislarnos de algunos lugares que nos gustan pero que por la presencia de cierto elemento que nos causa pánico lo mejor es la distancia.
Existen miedos de todo tipo, pero lo que me pregunto es el motivo de estos miedos, a la gran mayoría de personas que se les pregunta sobre la procedencia de sus miedos, coinciden en afirmar que fue en la niñez en donde tuvieron un susto para no olvidar que les marcó la infancia y la vida misma.
Ahora bien todos queremos que nuestros hijos, sobrinos y todo niño que tengamos cerca pueda vivir nuevas experiencias, conocer mundos fantásticos a los que en nuestra época no teníamos acceso.
La historia que les traigo es la de Zack un niño de dos años a quien sus padres llevaron a que pudiese ver un robot gigante de dinosaurio, lo que ellos no imaginaron fue la reacción de este al tener frente a frente a tan enorme bestia.
Cuando se vive un susto para no olvidar.
Nuestro protagonista viene por el sendero caminando cuando de repente tiene ante sus ojos a una enorme bestia de la que al parecer nadie le ha hablado y se queda estupefacto mirándole sin saber que hacer, en algún momento el padre le dice que corra pero este sigue estático sin quitarle la mirada de encima al dinosaurio.
El niño se encuentra explorando algo que no conoce y que en realidad aún no sabe si le causa miedo o no, lo que sucede a continuación es que el robot se mueve y produce un ruido en forma de quejido del dinosaurio, lo que finalmente ocasiona un susto para no olvidar e este niño que sale corriendo y gritando como si el dinosaurio le estuviese persiguiendo. Se dice que Zack aún continua corriendo, y que sus padres no sobrevivieron al ataque del dinosaurio.
Un susto para no olvidar en realidad marca la vida de las personas.
Si un evento marca nuestra vida es porque este fue demasiado feliz o demasiado triste, pero en definitiva fue un impacto bastante fuerte, temas como los gusanos, las arañas, la oscuridad, el agua, los ratones entre miles y miles han provocado crisis nerviosas a lo largo del mundo, y una coincidencia entre todos ellos es el haber vivido un episodio tan fuerte que fue difícil de borrar de sus recuerdos.
Lo preocupante en el caso de Zack es que ahora se ha convertido en un guerrero menos para el día en el que nos ataquen los dinosaurios, ya que seguramente no querrá volver a ver un dinosaurio en su vida y cuando esto pase, él correrá con toda la fuerza que le dicte su corazón para salvarse; y en el caso de que nos salvemos del ataque de Gotzilla, entonces este niño mantendrá vivo el temor hacia estos monstruos, gracias a ese susto para no olvidar que padeció y todo por la maravillosa idea de llevarlo a que conociera un dinosaurio.