Increíble es que un zorro cometa un delito. Los seres humanos a diario cometen delitos como violaciones, peleas, infracciones a las normas del tránsito, robos, entre otros; sin embargo, se hace un poco raro que un zorro travieso cometa un delito. Nada en realidad es imposible en este tiempo, pues en este artículo se describirá la historia del zorro que lo hizo.
Ninguno como este zorro que en un momento dado se enfrenta como cualquier ser humano ante la posibilidad de cometer una infracción de acuerdo con las leyes que eximen o condenan a un presunto culpable. Desde luego que el animal no estaba informado de una ley que le condenaría por una acción realizada.
Otro protagonista de esta broma es un muchacho de 16 años que desea realizar una acción sin pensar que estaría un zorro travieso incursionando en su gestión y dañando su proyecto. Este acontecimiento ocurrió en Noruega, país en el que un joven de 16 años llamado Lars Andreas Bjercke, descargó una aplicación.
El joven bajo para su Iphone una aplicación que imita el sonido de un conejo herido, sin pensar que en algún momento aparecería un intruso que le echaría a perder todo su trabajo realizado con dedicación y esmero. Lars encendió la aplicación para comenzar a grabarla desde otro dispositivo para guardarla.
Lo que no se imaginaba Lars es que aparecería de un momento a otro un zorro travieso para ocasionar un daño en su ingenioso proyecto. El intrépido animal comenzó a observar lo que el joven estaba haciendo, sin que éste se diera por enterado del asunto o el plan que se estaba gestando en la mente del astuto animal que se proyectaba en cometer uno de los delitos contra la leyes Noruegas.
El zorro travieso y el delito de hurto
El zorro travieso dejó que el muchacho se descuidará, corrió velozmente y tomó el móvil en su boca y emprendió la huída a toda velocidad sin que el afectado pudiera hacer algo para defender sus intereses. Por más que la víctima corriera, es seguro que no podría alcanzar al ladrón y ahora se queda asombrado.
Lars, de todas maneras intentó correr para recuperar su móvil, lo cual fue inútil en función de lo veloces que son los zorros en el campo abierto; este zorro se había convertido en un ladrón en un momento y nada se podría hacer para capturarlo y hacer que respondiera ante las autoridades estatales por su delito.
El joven pensando en la recuperación de su teléfono llamó más tarde y el zorro travieso respondió; desde luego que sólo se escuchaban crujidos y ruidos, es decir, el culpable no pudo identificarse, menos decir donde se encontraba o a qué lugar podía llevar el móvil para entregarlo a su dueño.
Al día siguiente un amigo de Lars recibió un SMS del teléfono robado, el mensaje era este: «I FRY o aOab 34348tu aaugioi zoIbmosdji jsog ijio sjiw» el mensaje no se pudo entender ni siguiera en el idioma noruego. La broma de esto consiste en que el zorro se llevó el móvil dejando al muchacho varado en su intento.