No existen muchas cosas como el baile de dos rayitas. En la época contemporánea se encuentran tantas cosas que son bastante admirables, entre ellas el poder tener la experiencia de ver dos rayitas bebés bailando de la manera como lo harían dos personas que han sido entrenadas para realizar esta actividad recreativa en la que ellas se deleitan ampliamente.
El baile de dos rayitas deja una admiración por parte de cada uno de los que contemplan este fenómeno poco común, y que se puede sentir asombrado de la maestría con la que realizan el baile, cada una sabe cuál es su parte y se mueve en función de ello, sin adelantarse a la otra ni atrasarse en sus movimientos.
Cada uno de las rayas bebés está siguiendo la música y tiene su propio forma de bailar, comenzando desde moverse dentro del agua en forma pausada y semicircular, luego se va levantando sin dejar de bailar. De igual forma la otra sigue la misma trayectoria de baile sin que se pierda de ritmo con su compañera.
La gente habrá visto bailando los caballos de paso, algunos perros de raza, gatos y hasta delfines; pero que se haya visto el baile de dos rayitas, eso en realidad es algo nunca visto dentro de lo que se puede apreciar como fenómenos fuera de lo común. Es un acontecimiento que causa gran admiración a cada espectador.
Otra situación que causa más admiración todavía es el movimiento de las partes del cuerpo de cada una de ellas en la medida en que se levantan de la parte delantera para ascender dentro del agua, comenzando desde sus extremidades inferiores y luego la parte superior del cuerpo del pequeño pez bailarín.
Todos, niños jóvenes y adultos pueden disfrutar del baile de dos rayitas.
El cuadro de baile de dos rayitas es algo divertido para todas las edades en función de lo novedoso que se presenta ante las miradas de las personas que nunca habían presenciado un espectáculo semejante a este y que es el moverse de unos peces de lo más lento que se puede encontrar dentro del agua.
Bueno en realidad no se sabe qué más géneros de música sabrán bailar las rayas bebés, lo que sí se puede apreciar es que disfrutan el bailar como lo hacen los seres humanos dentro de un baile sin malicia ni intensiones malévolas. Ellas, inocentes criaturas, disfrutan el baile y hacen que los que presencian gocen.
Este video es un ejemplo de alegría de la naturaleza que realiza actos de recreación dentro de un ambiente propio de los seres racionales. Había que analizar a cada una de ellas para descubrir su grado de alegría en la medida en que entran en escena y cada una cumple con su papel de una manera maestra.
El baile de dos rayitas no es para encontrarse en todos los lugares donde se encuentren rayas ni tampoco se puede apreciar a otros peces lanzando un espectáculo para diversión de los seres humanos.