Nos habíamos quedado reposando después de la comida o cena (depende del programa) en Huesca, sin embargo no podemos dormirnos en los laureles, porque tenemos que subir hasta lo que será nuestro cuartel general en estos días. Hay varias rutas para llegar hasta la hospedería, pero sin embargo para mi gusto la más interesante es tomar la carretera A-132, hasta pasar el embalse de la Peña. De camino, si tenemos tiempo, podemos acercarnos a corretear como caballeros feudales por el castillo de Loarre , fortificación medieval en dos fases, de la que destaca la segunda como castillo-monasterio, ejemplo de románico pleno. Además ha servido como escenario para más de una película. Pasamos por Ayerbe y Riglos, pero esto nos lo dejamos de postre para el último día. Al pasar el embalse de la Peña, antes de llegar a Santa María, encontramos la desviación para la carretera A-1205, que nos adentrará en la Sierra. Es una carretera estrecha, pero nos acerca a paisajes espectaculares, además es muy divertida para conducir. En el desvío de Bernués, cogemos la carretera A-1603, que construida sobre la cresta de la Sierra de San Juan, nos ofrece panorámicas de toda la vertiente meridional. Al final de la carretera, al fondo de un bosque de pinos y cedros, encontramos la Hospedería de San Juan de la Peña .
Situada en el monasterio de nuevo (s. XVII), pertenece a la red de Hospederías de Aragón, y aunque tiene una equivalencia de un hotel de cuatro estrella, lo cierto es que en temporada baja (invierno) tiene unos precios muy ajustados (sobre todo entre semana). Dentro de los muros históricos, tiene una concepción totalmente contemporánea con habitaciones grandes, un spa, incluido en el precio, en los sótanos del monasterio y un servicio de restaurante que ofrece unos desayunos suficientemente grandes como para aguantar todo el día trotando por el monte.
Justo después del desayuno continental que ofrece la hospedería es de obligado cumplimiento la visita al Monasterio de San Juan de la Peña «viejo», situado a menos de un kilómetro de nuestro hospedaje. La visita puede empezar en el centro de interpretación situado en el propio hotel y luego acercarnos paseando hasta el monasterio rupestre románico más importante de España (ss. IX-XVII).
Por la tarde tenemos dos opciones igual de interesantes. Si lo vuestro es el senderismo, desde la Hospedería parten varias rutas (señaladas como PR pequeña ruta) que recorren parte de la sierra. La otra opción es bajar hasta Santa Cruz de la Seros, para visitar las dos iglesias románicas contemporáneas del monasterio y dar un paseo por el pueblo.
Sin lugar a dudas, la jornada tiene que acabar con una sesión gastronómica por el casco viejo de Jaca (a un cuarto de hora del monasterio aprox.). Los alrededores de la catedral y de la calle Mayor están plagados de bares de tapas cuanto menos interesantes.
Todavía nos queda una sorpresa para esta jornada. Cuando cerrada la noche volvamos al refugio de la sierra, por la carretera de Santa Cruz, nos encontraremos un espectáculo que pocos conocen: descubrir después de un recodo el monasterio viejo, encerrado en la oscuridad. Para los más intrépidos, se puede recorrer el perímetro a pie, hasta la base de la peña… y después a dormir.
Mr. Membibre.