Un acto casi mortal en gimnasia fue ejecutado por un noruego llamado Richard Henriksen cuando se disponía a realizar salto base acrobático desde una barra fija. Cuando este gimnasta se disponía a realizar su gimnasia acostumbrada en barra acrobática fija, se enfrentó a la muerte a causa de un terrible accidente.
Este no era cualquier muchacho que se dispone hacer gimnasia acrobática por diversión, o en la mayoría de los casos por no tener nada más en que ocupar el tiempo; este era un hombre cirujano de profesión y padre de cinco hijos. Un día el médico cirujano fue para realizar su gimnasia acostumbrada en una barra fija.
Esta gimnasia se convirtió en un acto casi mortal por cuanto la barra fija en la que Henriksen se columpiaba para coger impulso se encontraba instalada al extremo de un acantilado. La estructura estaba colocada a unos 1.200 metros sobre el acantilado y no había sido asegurada en la forma más apropiada.
El médico, gimnasta y padre se olvido que estaba a una altura extremadamente peligrosa y comenzó a realizar sus ejercicios como si estuviese en un lugar plano, además sin tener ni la menor idea de qué tan asegurada estaría la barra acrobática. En el momento en que él se estaba sintiendo más enérgico cayó.
La gimnasia de Richard Henriksen se convirtió en un acto casi mortal porque cuando la base que no estaba lo suficientemente firma se rompió, él cayó, sin embargo, tuvo fortuna de no haber seguido la dirección de un impulso que le enviara al vacío de 1.200 metros, sino que cayó por la pared del acantilado.
La fortuna del gimnasta le salvó en un acto casi mortal
En un acto casi mortal la defensa de Richard Henriksen fue en primera instancia su suerte en ese día, en segundo lugar que el impulso que tumbó la barra fija fue uno hacia el lado contrario al abismo, sin embargo lo que si no se salvó fue del golpe contra el acantilado y una que otra herida ocasionado por el roce del golpe.
De la alegría del hombre en medio de toda la adrenalina que ocasiona el estar columpiándose en una barra fija y realizando actos de gimnasia, en un momento dado pasa al terror de pensar que caería acantilado abajo en un abismo mortal, sólo que el susto fue bajando de tono cuando la caída no fue precisamente mortal.
En un acto casi mortal Richard pudo haber sufrido lesiones graves si los tubos y cadena que cayeron cerca de su cuerpo le hubiesen golpeado en la cabeza, sin embargo, ahí pudo experimentar Henriksen un golpe de suerte. Richard cuando se dio cuenta que podía seguir hacia el abismo abrió su paracaídas para salvarse.
Este acto estaba siendo grabado para una cadena de Tv, y el momento fue tremendamente escalofriante para cada uno de los que presenciaron este acontecimiento poco común. Desde luego que para Richard no pudo haber sido menos traumático.