El Hospital de Bellvitge consigue un 62% de éxito con un tratamiento para dejar de fumar basado en una sustancia llamada vareniclina.
Al tabaco le ha salido un duro adversario. Se llama vareniclina y, en tan sólo tres meses consigue un éxito del 62% en los tratamientos anti-tabaco, una de las cifras más altas hasta el momento. Los resultados, registrados en el Hospital de Bellvitge (Barcelona), confirman la eficacia de un fármaco cuyo secreto está en su doble efecto: por un lado, actúa como la nicotina, de manera que los pacientes no la echan en falta; y, por otro, el cerebro queda vacunado contra el placer que produce fumar. «Es decir, que si el ex fumador cayese en la tentación de dar una calada, no obtendría la misma satisfacción que antes», explica Josep Maria Ramon, jefe del Servicio de Medicina Preventiva.
El hospital barcelonés aplica la vareniclina en un tratamiento integral que afronta simultáneamente tres frentes: el bioquímico, el psicológico y el social. «Además de luchar contra la adicción de la nicotina, también cuidamos los hábitos personales, como el cigarrillo de después de comer, y los aspectos sociales, porque para muchos fumadores el tabaco es una forma de relacionarse con la gente», concreta el doctor.
Más eficaz que el parche
Hasta el momento, existían en España dos tipos de tratamiento. Por un lado, estaban los sustitutivos con nicotina (chicles y parches de nicotina, o comprimidos para chupar), y por otro, los antidepresivos (bupropion y nortriptilina). Según explica Ramon, el nuevo fármaco de la vareniclina consigue «un 80% más de éxito que los parches de nicotina, y un 50% más que los antidepresivos». Por lo que este nuevo tratamiento hace ser optimistas. «Muchos fumadores ni siquiera intentan dejar de fumar por miedo al fracaso, pero la verdad es que si lo prueban, verán que es más fácil de lo que piensan», asegura este experto.
Lo que sí está claro es que conviene no luchar solos. Según los últimos datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la mayoría de españoles no buscan ayuda a la hora de dejar de fumar.
La Unidad del Hospital de Bellvitge funciona desde 1993 y trata cada año entre 475 y 525 fumadores. En el ránking de medidas que ayudan a reducir la mortalidad, la opción de dejar el tabaco ocupa con diferencia la primera posición. Sólo en el ámbito cardiovascular, abandonar el cigarrillo reduce la mortalidad un 36%, mientras que otras medidas la reducen en un 29% (aplicación de estatinas, fármacos contra el colesterol) o un 15% (betabloqueantes para controlar la presión arterial).
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